Una grave denuncia circula en redes sociales: vecinas del barrio José Hernández, entre ellas Nadia Morales —quien expuso su caso en primera persona—, acusan a la Municipalidad de Pergamino de haber abandonado el funcionamiento del Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) de dicho barrio. Según sus testimonios, la actual conducción del establecimiento, a cargo de la directora Sabrina Boldrini, estaría impulsando una serie de medidas que alejan a las familias y niños del lugar.
“Toda mi niñez la pasé ahí. Hermosos recuerdos y nunca un problema. Por eso mandé a mis hijos”, escribió Morales en su descargo. Sin embargo, asegura que desde la llegada de la nueva directora “todo está de mal en peor”. Muchas madres se han visto obligadas a dejar de enviar a sus hijos al CDC, no solo por el clima de desatención, sino también por decisiones institucionales que afectan directamente a quienes más lo necesitan.
Uno de los puntos más sensibles de la denuncia refiere a la distribución arbitraria de alimentos. Morales sostiene que, pese a encontrarse en situación de desempleo y vulnerabilidad, su familia no ha recibido ayuda del CDC. En cambio, afirma que se brinda asistencia a personas externas al espacio, motivado —según sus palabras— por presiones y amenazas. Esta situación se agrava por el malestar emocional de sus hijos, quienes —dice— sufren la ausencia de docentes que fueron apartadas injustamente, las mismas que los cuidaban y acompañaban con cariño.
“No tengo trabajo y a veces no comemos, y a esa directora no le importa nada, siendo que sé muy bien que le da de comer a gente que no tiene nada que ver con el centrito, solo porque van a amenazarla. Y a la gente que realmente necesita, no nos dan”, expresó. Luego agregó: “Yo soy la voz de muchas madres que dejamos de mandar a nuestros hijos”.
En su intento por ser escuchada, la denunciante se dirigió al Edificio Azul, sede administrativa de la municipalidad, donde solicitó una entrevista con la licenciada Luciana Sánchez, directora de Educación Comunitaria. Según relata, no le permitieron el ingreso ni obtuvo respuesta formal alguna. “Debe ser que a ellos no les interesa, total, nunca les faltó el plato a sus hijos”, escribió, visiblemente afectada por la falta de respuesta institucional.
El conflicto no solo afecta a familias con hijos escolarizados en el CDC, sino también a madres trabajadoras que ya no pueden acceder al servicio como red de cuidado para sostener su actividad laboral. Morales comparó la situación actual con la gestión anterior del centro: “La anterior directora, Marcela Demilta, y el anterior director nos trataban como personas”.
Ante la falta de respuestas, vecinas del barrio José Hernández y de los barrios 512 y 513 evalúan medidas colectivas. Morales advirtió que, si no encuentran una solución, avanzarán en una campaña para visibilizar el reclamo: “Vamos a juntar firmas, vamos a llamar a los canales de afuera… pero esto no puede seguir así”.
Hola gente, sé que este grupo no es para esto, pero quiero hacer un descargo contra la Municipalidad de Pergamino.
Señor intendente Javier Martínez, ¿usted sabe quién está de directora en el Centrito de José Hernández? Sabrina Boldrini va en camino a cerrarlo, y es una tristeza inmensa para muchos niños que lamentablemente dejaron de ir.
Toda mi niñez la pasé ahí. Hermosos recuerdos y nunca un problema. Por eso mandé a mis hijos.
Pero desde que está la nueva directora, todo está de mal en peor. No tengo trabajo y a veces no comemos, y a esa directora no le importa nada, siendo que sé muy bien que le da de comer a gente que no tiene nada que ver con el centrito, solo porque van a amenazarla. Y a la gente que realmente necesita, no nos dan.
Además, hay mucha angustia en mis hijos por unas seños que echaron injustamente, y que cuidaban y apoyaban con mucho amor a nuestros hijos. Ellos no querían faltar.
Yo soy la voz de muchas madres que dejamos de mandar a nuestros hijos.
¿Qué pasa, señor intendente? ¿Nadie se hace cargo de los pobres? ¿O usted no sabe la gente que tiene trabajando?
Ya fui a quejarme al Edificio Azul, a hablar con Luciana Sánchez, que supuestamente está al frente de esto, y no me dejaron llegar. Debe ser que a ellos no les interesa, total, nunca les faltó el plato a sus hijos.
Y no solo eso: lamentablemente hoy estoy desempleada, pero hay muchas mamás que necesitan dejar a sus hijos para poder salir a laburar, y a raíz de esta nueva directora, tuvieron que optar obligadamente por no mandarlos más.
La anterior directora, Marcela de Milta, y el anterior director nos trataban como personas.
POR FAVOR, GENTE, APOYEN AL BARRIO Y A LOS CHICOS.
Ya no sé qué hacer. El barrio JH, 512 y 513 necesita ser escuchado, y esta es la única forma que encontramos. Y si no vemos solución, vamos a juntar firmas, vamos a llamar a canales de afuera… Pero esto no puede seguir así.
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