El rol de este espacio dentro del circuito represivo de la última dictadura fue constatado en el marco del juicio por el secuestro y desaparición del abogado laboralista olavarriense Carlos Alberto Moreno, proceso que le valió a los hermanos Emilio y Julio Méndez la primera condena a civiles por su participación en delitos de Lesa Humanidad durante el régimen militar.
“La declaración de utilidad pública y la expropiación del inmueble en Tandil tiene como fin ser una medida de reparación, promoviendo la memoria, el derecho a la verdad, la dignificación de las víctimas del terrorismo de Estado y la difusión de los derechos humanos como base para una democracia justa”, explicó el gobernador en el fundamento del proyecto.
Según la norma, el Ministerio de Justicia provincial, como autoridad de aplicación de la Ley sancionada, fomentará actividades educativas, de investigación, capacitación y difusión sobre los hechos históricos ocurridos en este sitio y colaborará con universidades y otras instituciones para el estudio de los sucesos del terrorismo de Estado.
Historia de la Quinta de los Méndez
La Quinta de los Méndez, ubicada en la intersección de la avenida Juan Manuel de Rosas y la calle Scavini, funcionó durante la dictadura como uno de los principales centros clandestinos de detención y tortura en la región de Tandil.
En 2012, se celebró en Tandil el juicio por el secuestro, detención ilegal y asesinato del abogado laboralista Carlos Alberto Moreno, quien defendía a trabajadores y fue detenido en la Quinta de los Méndez, donde fue asesinado tras intentar escapar.
Juicio y condena
El Tribunal Oral de Mar del Plata condenó a Julio y Emilio Méndez a 11 y 15 años de prisión, respectivamente, como cómplices civiles, mientras que Julio Alberto Tomassi, Roque Ítalo Pappalardo y José Luis Ojeda recibieron prisión perpetua como autores directos.
Sin embargo, en 2021, la Cámara Federal de Casación absolvió a los hermanos Méndez, lo que generó repudio entre organizaciones sociales que lograron señalizar la quinta como un sitio de memoria. Con la expropiación aprobada, el lugar se consolidará como un símbolo de la defensa de los derechos humanos, bajo la denominación de Centro de la Memoria.
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