La localidad de Saladillo continúa conmocionada por el femicidio de Rocío González y desde el día del crimen, familiares y organizaciones de la ciudad se han movilizado para pedir justicia frente a la Fiscalía y a la Comisaría.
La joven que fue asesinada de siete tiros por un compañero de trabajo, Renzo Eduardo Chidichimo. El hecho ocurrió el pasado jueves y el hombre aún se encuentra prófugo.
A pesar de haber registrado varias denuncias contra su agresor, “la Justicia le dio el tiempo suficiente a este hombre para que comprara el arma, tuviera la tenencia y matara a mi sobrina”, manifestó una de sus tías en diálogo con TN.
En la entrevista, Mariana González contó que el feminicida la había amenazado 48 horas antes del crimen. “Le dijo que disfrutara porque ya le quedaba poco”.
Por este motivo, la víctima tenía planeado denunciar al violento por tercera vez el viernes, pero el hombre llegó antes: “Fue directamente a matarla, ni tiempo a pulsar el botón antipánico le dio”, afirmó Mariana.
“Este asesino estaba obsesionado con ella, tenía todo premeditado”, contó la tía de la víctima. Rocío ya había denunciado a Chidichimo dos veces por maltratos, acoso laboral y violencia psicológica. Por esas denuncias se tomaron medidas cautelares que no fueron efectivas.
Hasta el momento las autoridades solo encontraron abandonada la moto con la que Chidichimo se dio a la fuga. La Policía continúa buscando intensamente con perros rastreadores.
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