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¿Generan ansiedad, adicción y aislamiento los videojuegos? Dos psicólogos lo analizan y dan sus conclusiones

Diversión vs. dependencia: a raíz de un informe en el definen al entretenimiento como la razón principal por la que se juega, dos profesionales buscan determinar las causas y los efectos de una actividad cada vez más popular y compleja.

Muchos tienden a pensar en los videojuegos exclusivamente como entretenimiento. Pero a medida que la industria evoluciona en alcance y tecnología, crece el debate sobre sus beneficios, que van más allá de la diversión, y sus efectos negativos.

Un informe reciente reveló que gamers de todo el mundo coincidieron en que, sí, la razón número uno por la que juegan es divertirse, pero también compartieron que les ayuda a superar momentos difíciles en sus vidas, les proporciona salidas saludables a los retos cotidianos y les hace sentirse más felices.

Según el estudio global Power of Play, publicado por la Entertainment Software Association of America, los videojuegos son un contenido de entretenimiento que proporciona horas de distracción y una serie de beneficios sociales y emocionales: los mal llamados “jueguitos” les ayudan a aliviar el estrés, a mejorar la creatividad e incluso a conectar con otras personas.

¿Los videojuegos generan ansiedad, adicción y aislamiento? (Foto: AdobeStock)

¿Pero es esto realmente así? ¿Qué pasa en los casos en los que los videojuegos generan ansiedad, adicción o aislamiento? “No hay una adicción específica a los videojuegos, más bien la adicción es una sola que se manifiesta a través de diferentes relaciones que establecés con objetos adictivos, en este caso, los videojuegos”, explicó a TN Tecno Pedro Etcheberry Le Fort, psicólogo clínico.

En la actualidad, el tiempo de juego de cada título se extendió muchísimo. Hay videojuegos que duran 50, 80, 100 horas, o más. ”Esto bordea dos aspectos psicológicos, que son el escapismo y las adicciones”, expuso Etcheberry Le Fort.

Según expuso el especialista, la dependencia a los videogames comparten con la adicción a otros juegos, o al alcohol o a las drogas en la manipulación de la dopamina y la serotonina. Es que los juegos tienen la particularidad de ofrecerte rápidamente una recompensa a cambio de muy poco esfuerzo: “Los videojuegos modifican la química interna del cerebro a base de pequeñas recompensas que se sostienen en el tiempo, con un cambio dinámico constante de los estímulos”, explicó el psicólogo.

Completar etapas, pasar niveles, vencer enemigos virtuales está asociado a conseguir logros que hacen sentir bien. “Por supuesto que no son reales”, dijo Etcheberry Le Fort. “Te levanta el ánimo igual que comerte un chocolate, tiene efectos en el sistema nervioso central y en los sistemas de recompensas. Cuando hablamos del sistema dopaminérgico, tiene que ver mucho con la motivación, la motilidad y el estado de bienestar y el placer”.

Los videojuegos como transporte a otras realidades

“Los videojuegos son en esencia fantasías en las que el jugador, consciente de la ficción, suspende el juicio de realidad, acepta creerse el cuento”, explicó también a TN Tecno Lic. Víctor Spinelli, Psicólogo Clínico (UBA). “A cambio, permiten al jugador crearse un mundo propio donde es el único protagonista y modelarlo a gusto, ser un héroe, salvar al mundo. Además, activan mecanismos de recompensa a nivel cerebral: superar desafíos es placentero, satisface; fracasar, frustra”.

“Existen personas cuyos recursos defensivos son más débiles”, afirmó Spinelli. “Frente a un ambiente vivido como amenazante, se frustran con más facilidad, se sienten vulnerables, tienen mayores dificultades para establecer vínculos con otros, que pueden lastimarlos. El mundo fantástico del videojuego es un refugio ideal contra un mundo exterior peligroso y apabullante que espera de ellos mucho más de lo que creen poder dar”.

“Jugar videojuegos puede ser, efectivamente, un transporte a otras realidades”, completó Etcheverry Le fort. “Si un gamer logra un nivel de inmersión bastante grande, puede viajar al espacio, escalar una montaña, hacer muchas de las cosas que dadas las condiciones tanto temporales como económicas como sociales, quizás cualquiera no puede hacer. Ahí podría estar el riesgo que decía del escapismo. Y en muchos casos, cuando la única forma de establecer, descomprimir el efecto de la presión y el estrés y las exigencias de la vida son los videojuegos, el riesgo es más grande. Porque el videojuego te tiene encerrado en un lugar”.

Spinelli explicó que en casos severos puede ocurrir que el juicio de realidad ya no sea “suspendido”, sino que la barrera que separa realidad de ficción se rompa, pasando a vivir más en el videojuego que en la realidad efectiva. Como toda adicción, a la larga la respuesta de placer es menor y se debe recurrir a dosis más fuertes.

Por otra parte, los gamers también buscan en los videojuegos la estimulación mental y el alivio del estrés: jugar es un pasatiempo que requiere de una inversión emocional y temporal. “Cuando uno piensa en videojuegos se imagina clásicos como el Pac-Man, Tetris, juegos de disparos, o de deportes, como el FIFA (ahora FC 24): este tipo de juegos están basados en lograr puntuaciones, o vencer a un adversario en algún tipo de competencia, en partidas relativamente cortas. Pero los videojuegos evolucionaron mucho desde aquellas épocas del Wonderboy, Donkey Kong o el Daytona”, expuso Etcheberry Le Fort.

“Hoy los videojuegos son como una película, pero con un factor más, que es que existen mecánicas, que son interactivas, que tienen que funcionar con la persona que está movilizando el juego. Y el juego solo avanza si la persona tiene la voluntad de avanzarlo, que eso es otra particularidad”, explicó Etcheberry Le Fort. “Quien está mirando una película está haciendo un esfuerzo intelectual que tiene que ver más con pensar lo que está mirando, pero la película se mueve sola, sin necesidad de que el espectador la esté mirando o no. En cambio, los videojuegos requieren de una acción más activa por parte del espectador. Y claramente es un ejercicio intelectual, cognitivo”, concluyó.

Encontrar un equilibrio

La idea sería establecer una relación saludable con el gaming y buscar evitar la parte perjudicial: el aislamiento, considerar que es la única forma de bajar el estrés. “Como en la vida, la idea es buscar y encontrar un equilibrio entre la actividad de jugar y la realidad, y lo social también”, finalizó Pedro Etcheverry Le Fort.

“Como cualquier otra actividad placentera, los videojuegos no son adictivos o dañinos per se”, afirmó Víctor Spinelli. ”Jugar videojuegos, en su justa medida, tiene muchos beneficios: estimula la motricidad fina y los reflejos, reduce elstress, calma la ansiedad, fortalece el umbral de frustración. Las personas en general somos más o menos proclives a la ansiedad, la frustración, el aislamiento, y eso depende de innumerables factores: historia de vida, etapa vital, si estás pasando por un momento difícil, etc. Por eso es importante siempre –sobre todo adolescentes- estar atento ante conductas adictivas o disruptivas”, finalizó.

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