El Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires puso fecha el pasado viernes a los comicios internos para la renovación de autoridades. Las elecciones se llevarán a cabo el 15 de marzo, dos días antes de que venzan los mandatos de los presidentes del PJ a nivel municipal.
Sin embargo, hay una verdad más allá de la realidad: ninguna de las corrientes que hoy disputan el poder central del partido pretende que se lleven adelante los comicios. Las razones sobran. Abundan. Pero lo cierto es que todos entienden que una elección provocará una herida que, camino al 2027, podría ser mortal.
Ante esta situación, el peronismo bonaerense está obligado a dar con una lista de unidad que represente a todos los sectores. Algo que, como es sabido, difícilmente ocurra. Las diferencias son amplias. Y hay quienes tienen condiciones que no se pueden llevar adelante sin romper.
Con ese marco de fondo, los principales representantes de los diferentes sectores tendrán la obligación de sentarse a discutir durante enero una lista que cumpla con la mayor cantidad de los requisitos y que sea entregada antes de que se cumpla el tiempo de presentación de la nómina.
La negociación no será fácil. La dirigencia que responde al gobernador Axel Kicillof ya dejó claro que necesita de cambios sustanciales para avalar la lista conjunta; si no, exigirá ir por los comicios. Algo que, en los hechos, no pretenden. Sin embargo, es la herramienta con la que cuentan para presionar al kirchnerismo duro.
Como primer paso, el Movimiento Derecho al Futuro consiguió que la Junta Electoral partidaria pase de cuatro a seis integrantes y sumó dos nombres propios: Ana Laura Ramos y María Sol Barreiro. La primera responde al intendente de La Plata, Julio Alak. La segunda, a la secretaria general, Agustina Vila.
El kicillofismo también dejó en claro que quiere renovación en la conducción. Ya hicieron saber que no hay ninguna posibilidad de que la lista de unidad sea encabezada por el titular de La Cámpora, el diputado nacional Máximo Kirchner.
Por su parte, el kirchnerismo duro le apuntó de lleno al ministro de Desarrollo para la Comunidad, Andrés Larroque, a quien responsabilizan en gran parte por este momento de crisis interna. “La está picanteando de más. Y no le va a servir a él ni a nadie.”, le dijo un diputado bonaerense a este medio.
Los intendentes del interior ya se lo manifestaron al gobernador. A su entender, La Cámpora les resta votos. Y son quienes más aprietan el acelerador en busca de generar el choque necesario para medirse. “Perdimos votos en pueblos donde nos votaban el 90 por ciento y donde ahora te hablan de ‘kirchnerismo nunca más’”, le dijo a Data Clave un jefe comunal del MDF. “Y después tenemos que contar una vez más la historia de que nosotros somos pe-ro-nis-tas”, deletreó sobre el final.
“Tenemos que tener un candidato propio. (Verónica) Magario o quien disponga el gobernador. Pero no podemos seguir sin sentirnos representados”, agregó otro jefe comunal que ya va de camino al encuentro. “El gobernador es nuestro candidato a presidente y para eso necesita un PJ fuerte que lo respalde”, agregó.
Cabe recordar que el cierre de listas será el próximo 8 de febrero por lo que la necesidad de dar con la unidad atravesará el verano. Y obligará la rosca seccional. El gobernador bajará la idea de que todos los distritos tengan un candidato propio para los comicios partidarios ante la posibilidad de no dar con una lista común.
Quien también se pronunció en las últimas horas fue el intendente de Esteban Echeverría y expresidente del PJ bonaerense, Fernando Gray. Tras la reunión del Consejo Provincial del Partido Justicialista el dirigente volvió a cargar contra La Cámpora y afirmó que el partido está “acéfalo”.
“En un momento crítico del país, cuando el Gobierno nacional pretende avasallar los derechos sociales, previsionales y laborales que instauró el propio general Perón, la principal herramienta electoral del campo nacional y popular no tiene autoridades y, aún más grave, está ausente”, sostuvo.
Gray, opositor a Máximo Kirchner, manifestó “desde hace varios años me opongo a que la organización La Cámpora esté al frente de nuestro partido. En ese sentido, batallé y lo seguiré haciendo en todas las instancias posibles. Está a la vista que cerraron el partido, nos llevaron a numerosos fracasos electorales y cuando ‘no les sirvió más’, lo abandonaron”.
Y aseguró por este motivo que “el peronismo debería llamarse a internas amplias, plurales y participativas para que todos tengan posibilidades”.
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