En las últimas horas, un asombroso episodio vuelve a poner de manifiesto la creciente frustración y agotamiento de los vecinos y vecinas.
Algunos días después de la movilización en el Barrio General San Martín para exigir seguridad, otro hecho grave se registró en una calle interna del Barrio Asociación Mutual Obras Sanitarias de Buenos Aires (AMOSBA).
Un sujeto intentó ingresar a una vivienda, con claros fines de robo, aprovechando la ausencia de sus ocupantes, cuando la propietaria de una casa vecina alcanzó a verlo forzando la puerta trasera.
Harta de la situación, como todos los habitantes de esa zona, decidió tomar cartas en el asunto y sin pensarlo dos veces, comenzó a gritar, alertando así a todo los vecinos y vecinas sobre lo que estaba ocurriendo.
Mientras el presunto delincuente permanecía en la vereda y se justificaba alegando que en realidad solo intentaba “acariciar al perro” de la familia y pretendía huir, algunos vecinos pudieron llamar a la Policía.
En medio de una situación tensa y de griterío, llegó la dueña de la casa violentada y movida por la ira contenida, se abalanzó sobre el individuo y comenzó a golpearlo sin miramientos.
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Algunos testigos afirman que varios transeúntes también decidieron intervenir y se sumaron al ataque al delincuente, cansados de la constante ola delictiva que azota la zona.
En cuestión de minutos, un móvil policial arribó al barrio, logrando aprehender rápidamente al sujeto y controlar la situación pese al nerviosismo y exaltación de la víctima.
Los habitantes del sector del Barrio General San Martín, como los de muchos otros sectores, ya no toleran más la sensación de desamparo y desprotección.
La reacción instintiva de los vecinos y vecinas, impulsada por la angustia de sentirse indefensos, refleja a ésta altura un punto de quiebre en la comunidad.
La movilización por seguridad de la semana pasada es solo una prueba de que las personas actúan de acuerdo a sus instintos y agotamiento, sin siquiera tener tiempo de considerar las consecuencias de sus acciones.
Este nuevo episodio, sumado a la reacción enérgica y espontánea de las víctimas, pone en evidencia la urgente necesidad de abordar la gravísima problemática de la inseguridad, ante un Gobierno Municipal prácticamente ausente.
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