El ataque de Santiago Caputo a Facundo Manes fue una reacción del asesor de Milei a una serie de desautorizaciones que sufrió en la Asamblea Legislativa por parte de Karina Milei. Esa es la convicción que circula en el despacho de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados y mano derecha de la hermana del Presidente.
Así lo confirmaron fuentes parlamentarias que dijeron que Karina vetó tres figuras políticas, que no debían aparecer en la transmisión oficial de este sábado durante la Asamblea Legislativa. "Los Menem bajaron tres órdenes: no enfocar a Villarruel, no enfocar a Santi Caputo y no enfocar a Yuyito", precisaron.
Las fuentes destacaron que las cámaras de la TV Pública llegaron a enfocar el palco donde se encontraban los padres del primer mandatario pero, al detectar que Yuyito estaba parada detrás de ellos, no repitieron ese plano.
Un diputado libertario comentó ácido que el asesor estrella "se había comprado un traje nuevo", acaso esperando que la TV Pública lo mostrara en un palco que estuvo coreografiado: al lado suyo sentó a Sebastián Amerio y el Gordo Dan y un paso atrás a Agustín Romo y Sagas Luna, todos de traje azul y con el pin de su fallida agrupación "Las Fuerzas del Cielo", que Karina Milei y los Menem borraron del armado nacional.
En otro despacho de LLA, admitieron que "hay bronca" con el joven Caputo. "Parece que Karina aprovechó la Asamblea para empezar a correrlo de las decisiones, aunque el proceso va a ser lento, y empezó por descartar sus ideas en el discurso de Milei", comentaron.
"Las cámaras nunca enfocaron el palco de Santiago y los gordos libertarios", agregaron en referencia al Gordo Dan y el diputado provincial Agustín Romo, que también habría amenazado con agarrarlo a piñas a Pablo Juliano, jefe del bloque que integra Manes.
La Casa Rosada evaluaba anunciar un plebiscito revocatorio no vinculante sobre el mandato de Milei, como una forma de ratificar la legitimidad que se le empezó a cuestionar tras el escándalo del Criptogate. La jugada, reconocen en los pasillos del Congreso, tenía el sello de Caputo y se especula que esa sería una de las ideas que Karina desechó para la exposición de su hermano, que fue aburrida y no contuvo ningún anuncio ni alguno de los párrafos disruptivos que suele colar el asesor.
Un allegado a Santiago Caputo, eludió la interna con la hermana del Presidente y cargó las tintas sobre el neurocirujano. Ante la pregunta de LPO sobre qué fue lo que detonó la reacción del asesor, respondieron que "nada" pero aclararon: "Es un irrespetuoso y, sobre todo, un mentiroso el señor diputado".
La querella que pretendieron instalar desde el gobierno después del altercado se basó en la inexactitud de las palabras que Manes le atribuyó a Caputo. De hecho, el fragmento de la cobertura de LN+ donde Alfredo Leuco se sacó en el debate con Horacio Cabak y resaltó que el consultor sin cargo "no tenía nada que hacer" yendo a buscar al diputado para increparlo.
Lilia Lemoine, tal vez la diputada más cercana a Milei, consideró que "el que empezó el show fue Manes". "No tapemos que un diputado es capaz de hacer una denuncia falsa dentro del Congreso: Manes mintió inescrupulosamente y fue descubierto porque gracias a la ciencia, tenemos smartphones", dijo, y concluyó que "Caputo fue solo uno de los que le gritaron al desubicado de Manes, no fue el único".
Lo curioso es que el oficialismo presuma que no hubo gravedad en el altercado, algo que marcó el propio Juliano cuando expuso que si Milei no se deshace del asesor que mantiene en su entorno más próximo "significa que la agresión a Manes cuenta con el aval" del primer mandatario.
El ex diputado y director del Instituto Consenso Federal, Alejandro Topo Rodríguez lo expresó por Twitter, reposteando un mensaje del Gordo Dan y haciendo referencia al artículo 68 de la Constitución Nacional.
El tuit del troll libertario decía que "Manes interrumpió a los gritos como un desquiciado al menos 3 veces al Presidente mientras daba su discurso de apertura de sesiones y Santiago Caputo lo cagó a puteadas por jetón". "Lo ubicaron por irrespetuoso y salió a llorar", completó.
El artículo 68 de la Carta Magna establece que "ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por las opiniones o discursos que emita desempeñando su mandato de legislador".
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