La laguna Cuero de Zorro, ubicada entre Trenque Lauquen y Rivadavia, se convirtió en el epicentro de una angustiante operación de búsqueda.
Un joven pescador de 27 años, oriundo de Córdoba, desapareció en sus aguas la tarde del sábado tras arrojarse desde un bote para intentar recuperar un ancla que se había soltado.
El dramático episodio ocurrió alrededor de las 16:30, cuando el joven, que disfrutaba de una jornada de pesca junto a tres amigos, decidió lanzarse al agua para recuperar el ancla desprendida. Sus compañeros intentaron ayudarlo a volver a la embarcación, pero las corrientes y la desesperación le jugaron en contra.
En cuestión de minutos, su figura se desvaneció en el agua y no volvió a emerger.
Desde el momento de la desaparición, se activó un imponente operativo de búsqueda encabezado por bomberos voluntarios y fuerzas de seguridad de la zona.
Equipos especializados trabajan en el sector de la laguna que pertenece al partido de Rivadavia, donde se concentra el rastreo más intenso.
Las esperanzas de encontrarlo con vida son prácticamente inexistentes. La extensión de la laguna y las condiciones del agua dificultan enormemente las tareas de rescate.
Como medida preventiva, las autoridades dispusieron el cierre temporal del pesquero ubicado sobre la Ruta 33, entre América y Trenque Lauquen. No se permitirá el ingreso al predio hasta que la búsqueda llegue a su desenlace.
El hecho generó una profunda conmoción entre quienes frecuentan la laguna Cuero de Zorro, un destino habitual para pescadores y amantes de la naturaleza.
En las últimas horas, vecinos y testigos se acercaron al lugar para ofrecer colaboración o simplemente para acompañar a la familia en este difícil momento.
El caso reabre el debate sobre las medidas de seguridad en lagunas y espacios de pesca. Aunque aún no se conocen detalles precisos sobre si el joven llevaba algún tipo de protección o si estaba acostumbrado a nadar en este tipo de aguas, el desenlace expone los riesgos a los que se enfrentan quienes ingresan sin equipos adecuados o sin asistencia inmediata.
Por ahora, el operativo de búsqueda continúa con máxima intensidad, aunque el desenlace parece inevitable. Cada minuto que pasa sin noticias refuerza la tragedia que golpea a la comunidad y deja de manifiesto lo implacable que puede ser la naturaleza cuando no se la respeta o cuando, en un instante, el azar transforma un día de disfrute en una pesadilla.
Las próximas horas serán determinantes. Las familias, los rescatistas y toda la comunidad aguardan con angustia un desenlace que, aunque temido, es necesario para cerrar esta historia de desesperación en las aguas de la laguna Cuero de Zorro.
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