¿Qué tienen en común Gardel, Federico García Lorca, Enrique Caruso y el príncipe Humberto de Saboya?
Que todos durmieron en alguna de las cien habitaciones del Hotel Italia de Rosario, en Maipú 1065, alguna vez. El edificio tiene un maravilloso vitraux al pie de su escalera, con ornamentos de Domingo Fontana, puertas de cedro y de valor patrimonial, desde 1987 alberga a la sede de Gobierno de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Ahora, en plena pandemia, habilitó un café literario y cultural, de estética austera y elegante, donde predominan muebles de madera oscura, paredes blancas, sillones de capitoné color habano y té con leche, piso de pinotea y biblioteca que seguramente pronto se llenarán.
"La UNR tiene edificios extraordinarios. Poco a poco, sin descanso, vamos a recuperarlos para la ciudad. En tiempos complejos pudimos sostener todas las intervenciones planificadas. Hoy estamos con obras en todas nuestras dependencias y con gran esfuerzo, empezando a poner en valor el patrimonio de la ciudad", señaló el rector Franco Bartolacci en un comunicado oficial.
El proyecto fue desarrollado por el área de Infraestructura y la Fundación UNR y será gestionado por el equipo de Comedores. El café literario y cultural está emplazado en uno de los dos grandes salones que tenía el hotel, y fue restaurado preservando su estilo original. El espacio estará abierto al público y al personal que trabaja en la sede de la UNR quien podrá acceder desde ahora al menú de los comedores universitarios, un largo proyecto que ahora se concreta.
Hasta entrada la década del 80, Maipú 1065 fue la dirección del Grand Hotel Italia, diseñado por el ingeniero Italo Méliga y administrado -en principio- por la familia Pagliano, también fundadora del Hotel Restaurante Pagliano y el Hotel Central.
El edificio del exHotel Italia fue edificado en 1890. Originariamente sólo tenía dos pisos, posteriormente se le agregó un tercero entre 1900 y 1930. Con un centenar de habitaciones, el edificio terminó cosechando unos 8 mil metros cuadrados. Los amplios salones que en su momento fueran comedores o salones de baile, y albergó a personalidades internacionales como Lorca quien visitó la ciudad con la representación de su obra teatral,"Bodas de sangre", y el mito nacional, Gardel, en su última visita a la ciudad (abril de 1933).
Es más: la habitación que utilizó fue bautizada "El Zorzal Criollo". Pero, con la quiebra del hotel, el edificio fue subastado en noviembre de 1987 y comprado por la UNR en 1,5 millones de australes: las habitaciones devinieron en oficinas y en 2011 comenzó la recuperación del inmueble, sus filtraciones y humedades. Pero aún así nunca dejó de estar activo y goza de buena vida para toda la ciudad.
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