Cataleya fue víctima de la mala gestión y como dice Kreplak en su libro de un deficiente análisis de la situación social y demográfica de una población.
Cataleya tuvo que hacer su primer viaje a La Plata con una salud pública ausente. Viajó hace unos días con la ayuda de gente de bien a la cual llamé y rápidamente se involucró en el tema asumiendo el costo de los pasajes.
Esta niña que no está protegida por los derechos de los niños y niñas y que permanece ausente en el discurso de muchos que ocupan lugares de poder.
En verdad si no hubiera sido por la generosidad de una persona quizá el viaje de ida hubiese sido más traumático de lo que fue y una vez más algunos medios de comunicación que defienden el acceso a salud estuvieron presentes.
Mañana Cataleya viaja porque el poder oficial se hizo cargo de sus pasajes y yo me pregunto ¿quién siguió a Cataleya después de su vuelo sanitario?.
¿Donde estan las autoridades de salud que corren a los medios para que le hagan entrevistas sin fijarse a quienes responden esos medios?
La verdad que los pasajes de esta niña son la colaboración constante de algunos militantes generosos que se acercaron a ella.
Les pido que además de palabras haya acciones y herramientas para que existan futuros gestores sanitaristas.
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