La situación crítica de IOMA es conocida por todos sus afiliados. “De igual manera que se conocen los cobros ilegales realizados por la mayoría de los médicos junto con el bono”, aseguran, Armando Poblet, Secretario General SUTEBA Balcarce, y el adjunto, Gerardo Mancuso, en una nota publicada por el medio local, La Vanguardia.
En su denuncia, los docentes señalan que desde hace un tiempo, diferentes grupos de afiliados a IOMA reclaman la libre elección de la obra social. No es casual que dicho reclamo lo realicen la Asociación de Profesionales (médicos de Balcarce) o los magistrados del poder judicial de la provincia, es decir personas que cobran importantes sumas de dinero por su trabajo.
Asimismo, indican que la obra social realiza convenios en algunos casos con el prestador del servicio de forma directa, por ejemplo con el Hospital Italiano de La Plata o las clínicas como la 25 de Mayo, Colon Pueyrredón y Clínica de la Familia, en Mar del Plata, en otros casos con diferentes asociaciones de médicos como FLECLIBA (Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y Otros Establecimientos de la Provincia de Buenos Aires) o Círculos Médicos (como ocurre en Balcarce).
Según sostienen en la declaración, estas situaciones diversas poseen diferente impacto en la atención de los afiliados a IOMA. Mientras que los convenios directos como ocurren en la ciudad de La Plata, “funcionan bien, en Mar del Plata, la corporación médica se niega a negociar la cápita con IOMA, porque les resulta un negocio más atractivo las prepagas”.
Acuerdo con FECLIBA o Círculos Médicos
En el caso de los acuerdos realizados con organizaciones médicas (FECLIBA o Círculos Médicos), las mismas, “retienen un porcentaje de la cápita destinada a los médicos, para las propias organizaciones, en algunos casos ingresan abultados montos al circuito financiero y esto conduce a que los trabajadores de la salud cobren con demora o menos de lo que corresponde”, aseguraron desde el sindicato docente.
En IOMA, cada trabajador aporta el 4 por ciento, por lo tanto, el que más gana, más aporta y por cada trabajador puede ser atendido la totalidad del grupo familiar que posee a cargo. Este tipo de organización implica pensar a la obra social bajo un principio solidario, así como también pensar a la salud como un derecho humano.
Desfinanciamiento del IOMA
Que los trabajadores de altos ingresos pidan salir de IOMA contribuyen a desfinanciamiento de la obra social, de igual manera que aquellos que manejan los recursos de manera irresponsables o ilegal.
¿A qué prepaga puede acceder un trabajador que gana 500 mil pesos? ¿Qué prepaga va incorporar a personas que sean mayores o tengan enfermedades crónicas? ¿Podrán tener cobertura la totalidad de los integrantes de la familia que tienen a cargo por el 4 por ciento de sus ingresos?, se preguntan los docentes.
La trampa
“Cuando tratamos de responder estas preguntas, entendemos que es una trampa la que nos proponen todos aquellos que pretenden salir de IOMA con ingresos a los cuales la mayoría de los trabajadores no accedemos, que, en definitiva, creen que la salud es una mercancía que puede cotizar en el mercado, generando una ruptura más profunda de la que existe, en el tejido social donde se encuentra en juego la vida humana”, concluyen.
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