Luis Rivero, encargado del mantenimiento, contó a Distrito Interior que ayer habían advertido un extraño color en el agua que ingresa a la laguna proveniente de los desagües pluviales de la ciudad.
Lo ocurrido permite pensar que puede, esta vez, tratarse de algún componente que afectó a la población de pejerreyes especialmente. Anteriormente había existido una situación similar pero coincidía con el cambio brusco de temperatura y lo mismo estaba ocurriendo en otros espejos lacunarios, esta vez, no.
En su mayoría son pejerreyes de tamaño pequeño y mediano.
Esta mañana al realizar la recorrida habitual los trabajadores municipales se encontraron con este triste panorama.
Esto es muy reciente, lo primero que se nos ocurre es apelar a la conciencia de la población para que evite el descartar líquidos peligrosos.
Ojalá se trate solamente de un hecho fortuito y no de un acto irresponsable.
Respecto a la toma de alguna medida sobre las actividades que se realizan en torno a la laguna, por el momento no se ha decidido nada. Como sugerencia pedimos prudencia hasta poder analizar como se dan las cosas en las próximas horas, concluyó.
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