Construcción de una sociedad

Vivimos en la sociedad que nacemos y muy pocas veces tenemos la oportunidad de migrar a una sociedad distinta a la nativa. Tener la posibilidad de crear una sociedad a nuestra medida sería lo ideal para nuestros intereses, pero lamentablemente no podemos construir una sociedad a nuestro gusto, ya que la sociedad no está compuesta por un solo individuo. Construir una sociedad implica tener en cuenta el lugar geográfico, las condiciones meteorológicas, las características etarias, sexo, creencias, como así también las características antropomórficas y de carácter que condicionan las actitudes de los individuos para la convivencia en grupo.

Construir una sociedad, requiere también de justicia, que decrete de alguna medida las acciones de cada individuo dentro del contexto social donde se desarrollaran.

Este Conjunto de personas que se relacionan entre sí, y que establecen determinadas reglas de organización jurídica y consuetudinaria, y que comparten una misma cultura en un tiempo determinado, harán posible la construcción de una sociedad.

Esto no quiere decir que sea perfecta o justa, ya que esto son características que se generan por las acciones individuales en el contexto de tiempo y espacio donde se desarrollan.

Hoy podemos encontrar las sociedades virtuales, donde la construcción de las mismas depende exclusivamente de la tecnología. Y su carácter depende principalmente de la edad de los integrantes de la misma. Es aquí donde por el contrario a las demás sociedades, no existe un líder visible, y se  crea una conciencia global que juzga y opina sobre cada uno de los individuos que la componen o de terceras sociedades virtuales.

Por otro lado, se generan sub sociedades etarias, que se rigen por normas más específicas que disponen sus integrantes en forma conjunta, forjando el carácter de las mismas. Muchas veces estas sociedades o tribus se cierran y aíslan convirtiéndose en grupos más radicales con el peligro que conlleva los extremos.

Sin lugar a dudas ninguna sociedad es infalible y muta según la conciencia colectiva hacia la perfección, la mediocridad o la radicalización extrema.

Nadie como es sabido tiene el poder desde lo individual generar una sociedad a su gusto y conveniencia. Quizás en estos tiempos de crisis, es donde con mayor velocidad la humanidad muta en conveniencias y parámetros que ni siquiera hubiésemos imaginado, ya que la tecnología avanza constantemente ofreciendo un futuro de oportunidades mucho más virtuales para la sociedad misma.

 

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