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Otro caso de discriminación: agredieron a una chica trans y su pareja

En la madrugada del 6 de enero P. y R, una chica trans y su pareja, fueron agredidas salvajemente por los patovicas del boliche Uffa Don Ramón, en Necochea. Además de no respetar su identidad de género, los empleados de seguridad golpearon y ahorcaron a P.

P. y R. viven en Buenos Aires, tiene entre 30 y 35 años y todavía tienen miedo. Lograron que les dieran un botón antipánico para los días que les quedan en Necochea. Prefieren que no se divulguen sus nombres porque, aunque desde el Municipio recibieron apoyo, se enteraron de que en ese mismo boliche ya habían golpeado a unos pibes unos días antes.

“Estábamos paseando el domingo y decidimos ir a un boliche con karaoke. Tomábamos una birra y de repente R. va al baño, a eso de las 3am. Al segundo voy yo al baño. Y en el baño hay un chabón parado ahí. La puerta del baño es una puerta común. Pasás esa puerta y elegís varón o mujer. El tipo me intercepta y me dice que el baño de hombres era en el sector de abajo. Le dije: “Googleá la identidad de género”. Y sin mediar palabra me encajó una piña en la boca”, contó P. a Presentes.

En ese momento, R. se dio cuenta de que le estaban pegando a su pareja y gritó: “No le peguen, es una piba”. Entonces ella también recibe un golpe de la misma persona. “Vino otra persona y me agarró del cuello. Muy fuerte. Y me empezó a llevar hasta las escaleras que son muy empinadas. El chabón me soltaba y yo me caía. Me empieza a llevar para abajo. R. queda con 3 chabones arriba y les dice: “Le están pegando a una piba”. Nadie se metió”, relató P. El patovica le apretó el cuello tan fuerte que P. sentía que se estaba por desmayar por la falta de aire. “A partir de ahí fueron violencias una atrás de la otra”.

“Hagan la denuncia porque yo me tengo que cubrir”

Entre las 3 y las 5 de la mañana estuvieron intentando que el boliche les devolviera sus pertenencias. A la salida se les acercó un hombre que dijo llamarse Ariel y les advirtió: “Hagan la denuncia porque yo me tengo que cubrir”.

Antes del mediodía fueron a hacer la denuncia a la Comisaría de la Mujer. Ahí identificaron a uno de los patovicas y consiguieron fotos en el Facebook del boliche. Horas después del ataque se enteraron de que todos varones que les habían pegado eran patovicas.

“Queremos que se siente un precedente. Que no nos puede pasar esto. Fue muchísima violencia, sin mediar palabra. Estamos todas marcadas con moretones en el cuerpo. Van apareciendo muchos más dolores musculares. Tuvimos que hacer mucha fuerza para que no nos lastimen más”, dijo P. a Presentes. Decidieron no mostrar fotos ni decir sus nombres porque no quieren seguir siendo violentadas.

Mientras, P. tiene el botón antipánico y así terminará de pasar unas vacaciones que se convirtieron en discriminación y violencia.

La respuesta del boliche

Presentes se comunicó con el boliche Uffa Don Ramón por Facebook. “Lo mismo que le dije a ellas, es lo que te puedo decir a vos. Nada justifica ningún tipo de violencia. Pero me gustaría que antes de emitir una opinión, la justicia se expida, ya que en el día de ayer tomé conocimiento de la documentación fílmica de lo sucedido y eso será aportado a la justicia para que se pueda tener una conclusión más cerca de lo que pudo haber sucedió”, dijo un hombre que se identificó como Ariel, responsable del lugar.

Las cámaras que, según él, grabaron el momento de los golpes son internas y externas del boliche, y serán presentadas ante la Justicia. “Me quedé mucho más tranquilo después de ver las imágenes”, dijo a Presentes el responsable del boliche donde la pareja fue violentada. Sólo agregó que “le rompieron la boca, no digo nada más”, pero no dio más datos sobre el contenido del video y se negó a mostrarlo.

El comunicado completo de las víctimas

Una vez mas el sistema heterocispatriarcal mostró su odio, complicidad machista y violencia hacia nuestras cuerpos lesbianas y masculinidades translesbianas.

La noche del domingo 5 de enero, salimos con mi compañera a dispersarnos y a disfrutar de nuestras vacaciones en la ciudad de Necochea. Decidimos ir al bar con karaoke, «Uffa/Don Ramón Bar» ubicado en la calle 85 entre 6 y 8.

Alrededor de las 3 am, primero ella, luego yo, fuimos al baño. Cuando estoy entrando me intercepta violentamente el de seguridad y me dice que «el baño de hombres se encuentra en el sector de abajo», nombro la ley de identidad de género y como respuesta me golpea con una piña en la boca. Mi compañera se interpone para que no me siga pegando y le grita «PARA, NO LE PEGUES QUE ES UNE PIBI».

Aparece otro de seguridad, me toma fuertemente del cuello, me apretó tan fuerte que casi me desmayo por la falta de aire. En ese forcejeo mi compañera también fue agredida, la empujaron, le pegaron y hasta los patovicas la amenazaron diciéndole «ya te vamos a ir a buscar».

La persona de seguridad que me tenía del cuello no me soltó en ningún momento. Cuando llegamos a la puerta, me empujó a la vereda y allí terminé en el suelo rodeade por un grupo de varones cis del lugar.

Ya afuera, pedimos que se nos reintegren nuestras pertenencias y solicitamos los datos de los agresores, todo esto fue negado por el personal de «seguridad» del local.

Nadie reaccionó a los golpes, amenazas, insultos y violencias con las que fuimos tratades.

Afuera llamamos al 911 para que nos devuelvan las pertenencias y al 144 para asesoramiento y contención. Posteriormente radicamos la denuncia en la comisaría de la mujer de Necochea y en la comisaría 3ra fuimos a constatar los golpes.

Nos violentaron como nos violentan cada vez que salimos al espacio público por no responder a los estereotipos cis heterosexuales. Quienes no respondemos a los violentos dispositivos disciplinadores binarios sexo género que nos asigna el sistema perverso cissexista heteronormativo, seguimos sufriendo sistemáticamente las violencias en todas sus formas. Esto es lo que cotidianamente obstaculiza el
ejercicio del derecho a la identidad de género, consagrado por ley.

Denunciamos la impunidad de prácticas disciplinadoras naturalizadas, de agresiones y violencias psicológicas y físicas hacia nuestras corporalidades.

Denunciamos a «Uffa/Don Ramón Bar» no sólo no cumplir con la ley de identidad de género sino también por la complicidad de perpetuar y ejercer la violencia cissexista.

#BASTA DE VIOLENCIAS MACHISTAS A NUESTRAS CUERPAS DESEANTES, GOZOSAS Y DISIDENTES!

#LAS LESBIANAS Y TRANSLESBIANAS EXISTIMOS PORQUE RESISTIMOS.

#ANTE LA VIOLENCIA MACHISTA AUTODEFENSA LESBOTRANSFEMINISTA

Adhesiones a: [email protected]

Intervención del área de Género ante una situación de violencia ocurrida en un local bailable

La Dirección municipal, que encabeza Noelia Otero, actuó de oficio al enterarse de un hecho de violencia física que tuvo como causal la condición de género de quienes fueron agredidos. Desde el equipo técnico, se brinda asesoramiento y ya tomó intervención la Secretaría de Gobierno.

Días atrás se produjo un hecho de violencia en un local nocturno de nuestra ciudad, en el que dos personas resultaron agredidas por su condición sexual. En vistas de lo sucedido, desde el área de Políticas de Género de la comuna rápidamente se tomó intervención para brindar un acompañamiento acorde a la circunstancia.

Relatando lo ocurrido, Noelia Otero, titular de la dependencia municipal, explicó que personal de seguridad del comercio bailable agredió brutalmente a una pareja compuesta por una chica lesbiana y un chico trans que quisieron utilizar el baño del lugar.

“Yo no estaba en conocimiento, porque la situación había ocurrido en la madrugada y no habían demandado acompañamiento de la Dirección”, afirmó la trabajadora social. Ante la advertencia de una colega, desde el área se tomó intervención de oficio: “rastreamos los teléfonos de contacto y el equipo técnico se comunicó ofreciendo el acompañamiento que se brinda en todas las situaciones en que medie la violencia de género”.

Afirmando que “la causal de la violencia fue la condición de genero de elles”, Otero reveló que “se brindó asesoramiento de tipo legal y, tras una reunión con el secretario de Gobierno, Jorge Martínez, y la concejala Andrea Cáceres, “se están tomando medidas con el registro del Personal de Seguridad”, mientras que “queremos comenzar a trabajar en la prevención y que se actúe sobre el boliche”.

Con respecto al funcionamiento de la Dirección, que está ubicada en el primer piso del subsuelo del Centro Cívico, la flamante directora alentó a la gente a acercarse a radicar sus demandas vinculadas con la violencia de género y de personas mayores de edad, de lunes a viernes entre las 8:30 y las 14:30.

“Contamos con un equipo técnico conformado por una psicóloga, una trabajadora social y una abogada que brindan acompañamiento, contención y asesoramiento, sea esto solicitado por la persona voluntariamente, por algún organismo, o de oficio, como paso en este caso”, sintetizó para finalizar.

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