En un partido entre Altos de Merlo y Loma Florida, por la Liga de Merlo, terminó en escándalo.
En medio de la pandemia, donde hay que extremar los cuidados al detalle, ambos equipos se enfrentaron en un partido que se descontroló: jugadores e hinchas (todos sin barbijo ni respetar el distanciamiento) comenzaron a golpearse. Todo quedó registrado en un video que grabó una de las personas del público con su teléfono celular. Las imágenes fueron publicadas por la cuenta Merlo Real (@Merlo_Real) y se puede ver cómo hinchas de ambos equipos, ya dentro del campo de juego, se cruzan entre ellos y con algunos de los futbolistas.
Las imágenes son evidentes: mientras se toman a golpes de puño, en las tribunas otros tantos alientan como para que la pelea continúe.
Batalla campal entre Altos de Merlo y Loma Florida por la liga de Merlo. La municipalidad ni siquiera puede controlar un partido de futbol. pic.twitter.com/sO1bTzNW8f
— Merlo Real (@Merlo_Real) February 9, 2021
Son 32 segundos de video. En ningún momento se observa a alguien con un barbijo y, mucho menos, manteniendo la distancia para evitar contagios de coronavirus. No es la primera vez que en medio de la pandemia se realiza un partido de fútbol sin respetar los protocolos. El mes pasado ocurrió algo similar en Burzaco.
Burzaco: más de 800 personas, alcohol y trompadas en un torneo de fútbol clandestino
Mientras el COVID-19 no cede en la Argentina, las vacunas se demoran y llegan en menor cantidad a la esperada, hay lugares y escenas donde el virus parece no existir. Fue el caso de un torneo clandestino de fútbol aficionado en la localidad bonaerense de Burzaco, a fines del mes pasado: allí se concentraron 800 personas sin barbijo, hubo bebidas alcohólicas en exceso y todo terminó a las trompadas.
Sucedió en el club de barrio El Ciclón, situado en la calle Joaquín V. González al 2100. El predio cuenta además con una cancha de césped de dimensiones mayores y en un espacio exterior, pero la idea de los organizadores se basaba en un esquema de partidos de fútbol 5 y el evento se desarrolló bajo un tinglado donde hay una pista de cemento. Todo se desmadró: además de los improvisados futbolistas, asistieron familiares y amigos.
Así hasta juntar 800 personas y 100 autos en el predio. Empezó a correr el alcohol, en uno de los partidos alguien dio una patada de más y volaron las trompadas. El ruido alertó a un grupo de vecinos que decidieron llamar al Municipio de Almirante Brown. A las pocas horas, el establecimiento tenía la faja de clausura. “Se generó un expediente que será girado a la Justicia de Faltas para que determine las sanciones que corresponden en este caso”, anunciaron desde la sede comunal en su momento, a fines de enero.
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