El reconocido director técnico de fútbol femenino, Diego Guacci estuvo el sábado en nuestra ciudad, junto a su esposa, Andrea Robledo.
El motivo de la visita fue conocer y abrazar a Bautista, el adolescente de 13 años que fue falsamente acusado de abuso sexual por parte de cinco compañeras del exColegio Industrial.
El caso del pergaminense movilizó al matrimonio debido a que Guacci fue denunciado por acoso sexual y conducta abusiva por cinco jugadoras del fútbol femenino, en mayo del año pasado, cuando se desempañaba como director técnico de la Selección Argentina e instructor de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).
Un año después, la Comisión de Etica de la FIFA le otorgó la absolución al entrenador porque determinó que no hubo pruebas suficientes para acreditar los hechos.
La similitud de los casos los conmovió, principalmente por la la edad del afectado “porque se trata de nenes y porque había intervenido un juez. Estamos hablando de escraches, divulgación de información privada en los medios, me habían angustiado mucho”, remarcó Andrea Robledo, esposa de Diego Guacci, a PRIMERA PLANA.
En abril, cuando comenzó el caso de Bautista, al entrenador y su esposa, les llamó la atención y se adentraron en seguirlo ante cada novedad. “Leí todo a través de PRIMERA PLANA, que era el único medio que había publicado todo sobre el caso y cuando, un mes después, veo que Bautista había sido sobreseído, me llenó de alegría”, aseguró la mujer.
“Más que nada porque el juez dictaminó en el fallo que había ausencia de delito ya que en el 99 por ciento de los casos de abuso sexual que son falsos, los jueces dictaminan que no hay pruebas suficientes aunque efectivamente sea una falsa denuncia”, explicó.
En este sentido, dijo que “tanta información de Bautista, siendo tan chico y tan expuesto, nos trasladó siempre a lo que nosotros vivimos en términos personales con mi esposo. Quizás los motivos fueron diferentes, pero el fin del daño inconmensurable que provocaron es el mismo y el delito también: la falsa denuncia”.
Es así que el sábado, Diego Guacci y Andrea Robledo viajaron a nuestra ciudad para visitar a Bautista y su mamá Marisol. “La visita que hicimos es porque teníamos la necesidad de abrazarlo y de decirle 'perdón', porque nadie merece lo que él vivió; que por el motivo que fuera, alguien sea acusado de delitos tan graves, dando falsos testimonios de aberraciones que decantan a que, en las redes, personas que no te conocen y que sí te conocen, te hagan vivir algo así”, sostuvo.
La emoción del encuentro fue vivida por todos los presentes y más aún entre los afectados, que dejaron correr sus lágrimas de bronca y dolor, pero también de empatía y compasión.
“Llegamos y abrazamos a la madre y Diego lo abrazó a él como si fuese un hijo. Lloramos mucho y fue muy emotivo el encuentro, nos hizo bien al alma”, reveló.
A su vez, agregó que “es sentir de alguna manera que podemos, queremos y necesitamos acompañarnos para que, lo que está sucediendo con las falsas denuncias de género, tenga una concientización de los daños que se están generando”.
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Ante lo vivido por Diego Guacci, así como también por Bautista, Andrea decidió involucrarse en el Observatorio de Falsas Denuncias, una entidad abocada a visibilizar y concientizar respecto de las consecuencias de estos delitos. “Muchas personas conocidas y desconocidas, se comunicaron conmigo para contarme una situación similar a la de Diego y descubrí que hay una problemática instalada”, señaló.
El Observatorio trabaja para promover la transparencia en la información y datos estadísticos, mediante el monitoreo y análisis de casos reportados. “No hay ningún espacio en el que se registre esta problemática y si ven la sección de noticias o las redes, van a ver una cantidad de casos que es alarmante”, manifestó la esposa del director técnico, quien remarcó que “hay personas que han estado condenadas o incluso han cometido suicidio. Son cuestiones sin datos y sin datos la problemática no existe”.
El Observatorio cuenta con un equipo de activistas y profesionales legales, jurídicos, penales e informáticos que trabajan con un objetivo en común. “Lo que estamos buscando es poner datos a esto y a partir de ahí, empezar a trabajar en concientizar en que las falsas denuncias son un delito”, continuó.
El común denominador que se detecta en las falsas denuncias es que todas tienen un motivo vinculado al daño, la venganza, una separación, por extorsión o por poder. En cada caso, la persona que denuncia solamente se basa en testimonios y siempre hay alguna contradicción, mientras que, del otro lado, hay pruebas materiales que hacen que la denuncia falsa se “caiga”.
“Esto no implica que las verdaderas víctimas solo tengan como prueba su testimonio, lo que pasa es que después están las pericias psicológicas, medicas, el careo, que demuestran que todo eso fue real. Cuando una persona es víctima de violencia, esa persona no se olvida, entonces, no existen contradicciones en su relato”, precisó Andrea.
En cuanto al incremento de las falsas denuncias en el último tiempo, la mujer aseguró que “las redes sociales están tomando una posición favorable en información destructiva en algunos aspectos y hay que tomar conciencia de lo que significa realizar ciertos actos en contra de alguien, cuando aún la justicia no dictaminó.
“Se tiene que empezar a instalar la gravedad de delito de falsa denuncia, porque el peso que tiene que pagar la persona, pese a ser sobreseída, es muy alto”, subrayó.
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Respecto a la situación que vivió el exentrenador de la Selección Argentina en el último año y medio, su esposa admitió que “lamentablemente no pudo salir todavía a hablar por más dañinas y falsas que sean las declaraciones en su contra, porque hay una cláusula de confidencialidad que impuso FIFA en cuanto a la investigación y la resolución del caso”.
En mayo, la web oficial de la FIFA publicó que “la Sala considera que la prueba obrante en el expediente es insuficiente para corroborar, a su cómoda satisfacción, el relato de los hechos por parte de las jugadoras”, en relación a la resolución del proceso iniciado por hechos calificados como “maltrato a menores” e “inconducta sexual”.
En ese entonces, “las redes estallaron contra Diego. Una Justicia internacional, en la que FIFA contrató a 5 jueces externos para que sean objetivos, dictaminaron la absolución. Pero el escrache y la divulgación de su nombre surgió después de que hubo argumentos en los que se explicaba porque se tomó esta decisión de la absolución”, indicó Andrea.
En esta línea, expresó que “no hubo ni más ni menos que querer generar una condena social en base a mentiras. Muchas jugadoras salieron a defenderlo, mientras que otras salieron a ensuciarlo”.
La esposa de Diego Guacci anticipó que en breve podrá volver a hablar del tema con libertad, “para que se muestre que efectivamente, no existían las pruebas.
“Otra de las cosas que me pasaban con el caso de Bautista, es que en todos lados decía que era abuso sexual, y cuando entrabas en el fino de la causa se veía que no era así. Esto mismo fue lo que pasó de nuestro lado y todavía no podemos decir nada”, reclamó.
“Hoy nadie pone que fue una falsa denuncia sino que ponen que no hay pruebas suficientes y en este caso no existían pruebas porque no se pudo demostrar absolutamente nada. Era evidente que la falsa denuncia estaba plasmada en el caso de ambos”, concluyó Andrea Robledo a PRIMERA PLANA.
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