El cierre al tránsito del puente que conecta las avenidas Colón y Ernesto Illia sobre el Arroyo Pergamino trajo aparejado un sinnúmero de inconvenientes para las personas que necesitan trasladarse de un lado a otro del curso de agua.
Además de tener que extender los recorridos habituales y verse obligados a dar un rodeo de 15 ó 20 cuadras para llegar a un lugar distante a sólo 600 metros, los conductores, conductoras y transeúntes se encuentran con calles en muy pobre estado, repletas de baches y mal señalizadas, que las hacen casi intransitables.
Al quedar cerrado el paso Colón-Illia, quienes van de norte a sur por Colón, sí se dirigen a los barrios Centenario o Cueto, habitualmente doblan a la izquierda en Intendente Biscayart, siguen por esa calle hasta Merced y cruzan por el puente que une esa arteria con la Avenida Juan B. Justo.
En cambio, sí se dirigen a los barrios Manuel Belgrano, Santa Julia, ProCreAr o Aero Club acostumbran a doblar a la derecha en Bombero Esquivel, luego siguen hasta Avenida Florencio Sánchez, cruzan el Arroyo por el puente ubicado en esa arteria, pasan a Avenida Barrancas del Paraná y luego siguen su camino.
En el caso de los primeros, no tienen mayores inconvenientes debido a que Intendente Biscayart se encuentra en aceptable estado de transitabilidad, pero los que toman por Bombero Esquivel se encuentran con calles destrozadas, llenas de baches y con esquinas prácticamente intransitables, como pudo comprobar PRIMERA PLANA en un recorrido realizado por las arterias del sector.
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La zona de Avenida Barrancas del Paraná, inclusive a la altura de las calles Lavalle, Balboa y Magallanes, presenta huellones muy profundos que complican la circulación.
En el caso de los pergaminenses que utiliza la Avenida Ernesto Illia y se dirigen hacia la zona noroeste de la ciudad, acostumbran a utilizar la calle Lavalle para dirigirse a Barrancas del Paraná. En este caso, la intersección con Alberdi es sencillamente deplorable debido a los baches, la irregularidad de la carpeta asfáltica y el agua permanentemente acumulada en esa esquina.
También, cuando los conductores doblan en Barrancas del Paraná se encuentran con huellones, generando situaciones riesgosas.
"Realmente el estado de esas calles es calamitoso", se quejó a Manuel a PRIMERA PLANA, un conductor que transita habitualmente por esas arterias.
"La gente responsable del mantenimiento debería ponerse 'media pila' y arreglar un poco las cosas porque los que usamos la variante luego de que se cerró el puente de Colón, manejamos esquivando pozos. No pueden tratar así a los ciudadanos", se quejó.
En otro tramo de la charla con PRIMERA PLANA, Manuel además remarcó las irregularidades que viven quienes transitan habitualmente por Pergamino. “Ando en auto toda la noche y es increíble lo que se ve. Repartidores y motos pertenecientes a servicios de delivery sin luces, sin casco, circulando contramano, cruzando con el semáforo en rojo y atravesando esquinas a toda velocidad", sostuvo.
El vecino subrayó que “he manejado en muchas ciudades de distintas partes del mundo, he estado en Brasil, en Barcelona y en varias otras ciudades de Europa y Argentina y puedo asegurar que en ningún lugar se vive el descontrol que existe en Pergamino”. Y enfatizó con ironía que “es el único lugar del mundo en el que parece que las luces verdes son para frenar y las rojas para acelerar”.
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