Eugenia vive en el mismo predio que la casa que cuida. Su cuñado, al llegar a su casa, le dice que veía humo por lo que ella comienza a buscar de dónde provenía.
Es en esa situación en la que que ingresa a la casa deshabitada que cuida y, en un primer momento, vio el sillón fuera de lugar y la reja de la ventana torcida. “Pensé que habían vuelto a entrar a robar pero creí que a la noche, nunca a las 3 de la tarde” contó Eugenia.
Luego de ver una ventana abierta y la cocina revuelta, vio cómo el ladrón salió de la habitación y comenzó a correrla con un arma blanca. Incluso la amenazó. “Salí corriendo y llorando” dijo.
Afortunadamente cuando el hombre sale corriendo detrás de ella, se acercaba su cuñado y los perros. “El día anterior había ido con mis hijos. Me muero si me pasa eso con los nenes” manifestó Eugenia.
Además, al dirigirse luego al lugar la policía científica descubrieron una escalera colocada en uno de los laterales de la vivienda.
Eugenia afirmó que se trataba de un joven de alrededor de 20 años delgado. Pero que no recuerda con exactitud su rostro.
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