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Preocupa en el kirchnerismo el impacto de la inflación en el Conurbano

La suba de los alimentos para los sectores populares es el principal temor para las elecciones.

E n el kirchnerismo crece la preocupación por el impacto electoral que puede tener la inflación en el Conurbano, que se convirtió en la principal amenaza para la suerte del oficialismo en octubre.

Más allá de los conflictos coyunturales de la política, como sucedió en los últimos días con el escándalo de la vacunación VIP, en el kirchnerismo creen que el tema que puede complicar la victoria es la suba de los precios, en especial en el rubro alimentos.

En el krichnerismo suponen que la estruendosa salida de Ginés González García y las vacunaciones de privilegio que castigaron a la imagen del Gobierno, quedarán en el olvido una vez que haya stock de vacunas para inmunizar a la población de riesgo. Esta semana esperan la llegada de 1 millón de vacunas chinas Sinopharm y otra tanda de 600 mil de la rusa Sputnik V. Cuando lleguen las elecciones, estiman que el tema de la vacunación ya no será el principal.

Distinto es el panorama con la inflación. Cambiemos perdió en 2019 por la inflación superior al 50% -la más alta en tres décadas-, potenciada por el combo de las grandes devaluaciones que minó las chances de Mauricio Macri ya desde las primarias. Esa suerte arrastró a la derrota en la provincia: María Eugenia Vidal perdió pese a que conservaba una alta imagen que la llevó incluso a ser considerada para ser candidata a presidenta en lugar de Macri

El actual oficialismo tiene el mismo temor. Sin un rival claro en la provincia de Buenos Aires, el enemigo es la suba de precios con la que no han tenido éxito las iniciativas de control como Precios Cuidados y Precios Máximos. Esa falta de éxito genera tensiones internas. Como anticipó LPO, la decisión de Paula Español de multar a las empresas de consumo masivo a solo seis días de que los empresarios aplaudieran a Martín Guzmán cayó como un balde de agua fría en el Ministerio de Economía. Guzmán había tenido que poner la cara para calmar a los empresarios en la Rosada, luego de que el kirchnerismo los acusara de ser los "formadores de precios"

El impacto que temen en el kirchnerismo es en el más básico, que es el de la alimentación, que golpea a los sectores populares. De acuerdo a los datos que reveló el Indec la semana pasada, la canasta básica alimentaria subió 4,6% en enero y la canasta básica total, 4,2% de modo que la línea de pobreza se ubicó en los $56.459 para un matrimonio con dos hijos en edad escolar. Esto quiere decir que una familia necesita tres salarios mínimos para no ser pobre.

Con la lupa puesta en el Conurbano, el Índice Barrial de Precios (IBP) que hace mensualmente el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Ispeci), reveló que en 500 negocios de 20 distritos del Gran Buenos Aires, los precios de los productos que componen la Canasta Básica de Alimentos tuvieron un incremento promedio de 4,5% en enero.

El arrastre que hacen los alimentos a la suba total de la inflación es más notorio por el congelamiento de las tarifas de servicios públicos y de telefonía, cable e internet dispuesto por el Gobierno en la pandemia, y por los aumentos controlados de la nafta que va liberando el Ejecutivo.

Un ejemplo de esto es que en enero el capítulo que más subió fue Comunicaciones, que trepó 15,1% como consecuencia del aumento del 5% que el Enacom les autorizó a las telefónicas y proveedoras de internet. Sin embargo, con un aumento acumulado del 23,7% en los últimos doce meses siguió siendo de los capítulos con menores subas, muy lejos del 42,3% de los alimentos con respecto al año anterior.

El ministro de Economía, Guzmán espera que en febrero la inflación ronde el 3,3%, un número que también anhela para marzo. Más allá de las estimaciones privadas que ya hablan de un piso del 4%, los datos del propio Indec anticipan que esa meta podría incumplirse. En enero aumentó un 5,6% el Índice de Precios Mayoristas, que suele reflejarse luego en el aumento en la canasta básica.

El Gobierno advirtió esto y por eso durante la campaña inyectará miles de millones de pesos en la Tarjeta Alimentar, que alcanza a 1,5 millones de personas. El monto que se destinaba a esta tarjeta aumentó un 50% en los últimos. Sólo en febrero, el Ejecutivo destinó 10 mil millones de pesos para solventar la tarjeta, según datos que confirmaron a LPO desde el ministerio de Desarrollo Social. Además esperan sumar a fin de mes casi medio milló n de niños a la asignación universal por Hijo (AUH).

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