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Ramallo aprobó una ordenanza que penaliza a las empresas que despidan personal sin justificación

La legislación quintuplica la tasa de seguridad e higiene por cada trabajador despedido y establece un fondo de asistencia para los despidos. Hace dos semanas la aceitera Bunge despidió a 84 trabajadores.

El intendente Mauro Pelloti decidió blindar al municipio de Ramallo contra los despidos. La iniciativa surgió como consecuencia de los 84 despidos llevados adelante por la aceitera Bunge hace dos semanas. La iniciativa aumenta la tasa de seguridad e higiene a las empresas que despidan sin justificación fue aprobada por el Concejo y los grandes contribuyentes en una sesión extraordinaria.

En su letra chica, quintuplica el valor de la tasa por cada despido injustificado que realice una empresa del partido de Ramallo. La penalización es por un año y crea además un fondo solidario para las personas que queden desempleadas. Una fuente manifestó que el objetivo es que “las empresas pague algo cuando echan personal”.

La reglamentación se aprobó en medio de una jornada caliente en el Concejo Deliberante, donde participaron los grandes contribuyentes del distrito. Desde los bloques de 1 País y Cambiemos no acompañaron el proyecto e intentaron cambiarlo al incluir un descuento de entre un 20 y 60% a las empresas  que cumplan con el pago de tasas en tiempo y forma. Esto generó bronca en el oficialismo (FPV), que  es mayoría,  logró aprobar el proyecto y acuso a la oposición de querer desfinaciar el municipio.

Hay un dato que no es menor: cerca del 45% del presupuesto de Ramallo está constituido por lo que se en la tasa de seguridad e higiene, que para algunas empresas son cifras millonarias. “El objetivo de la norma es proteger a los trabajadores. Es poner una barrera de defensa contra los despidos. La norma surge a raíz de los 84 despidos de la empresa Bunge, que los realiza de un día para al otro. La ordenanza afecta a las grandes empresas, no a las pymes y los comercios”, explicó Elvio Zanazzi, concejal de FPV.

En las próximas semanas vence la conciliación obligatoria entre los trabajadores y la empresa Bunge. Desde la compañía ya avisaron que no darán marcha atrás con los despidos. Otro concejal, en off, manifestó a este sitio que “sabemos que la norma tiene agujeros legales, pero el objetivo es ganar tiempo para evitar los despidos”.

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