De película, de novela o como quieran llamarle. Lo cierto es que Rita y Emilio protagonizaron un intríngulis amoroso que se transformó en noticia.
Rita Ponce y Emilio Farías, ambos de 77 años, se divorciaron hace más de dos décadas. Se habían casado cuando aún eran muy jóvenes y durante el tiempo que fueron matrimonio tuvieron tres hijos. Sin embargo, la rutina hizo mella, la relación no funcionó cómo pensaban y cada uno tomó su camino.
A pesar de todo eso, la historia de amor de este matrimonio estuvo lejos de terminar y ahora, para sorpresa de muchos, pero principalmente de su familia, se volvieron a casar 23 años después de haberse separado.
Se habían casado el 21 de julio de 1964 y se divorciaron en el ’98. Tienen tres hijos: Sandra, Emilio y Carolina; siete nietos -Juan Emilio, Ayelén, Guido, Junior, Agustina, Facundo y Benjamín y Fausto- y son bisabuelos de Ramiro, Bautista, Lucio y Junior.
Rita y Emilio volvieron a contraer matrimonio el jueves 22 de julio y por un día no repiten la misma fecha del primer matrimonio.
“Nos sorprendió a todos porque era una relación terminadisima. Ellos rehicieron su vida mientras estuvieron separados en estos años y ahora se volvieron a encontrar y se volvieron a casar”, dijo Carolina, una de las hijas a PRIMERA PLANA. Y resaltó que “durante ese tiempo jamás se hablaron”.
Emilio estuvo una pareja durante en ese lapso de tiempo, aunque hace un año y medio enviudó. “Cuando falleció su pareja se reencontraron. Antes de eso, no se podían ni ver, sobre todo mi mamá”, afirmó Carolina.
La confirmación a la familia se dio luego de que Emilio invitara, hace un mes, a sus hijos a cenar con la excusa de que “había una invitada especial que termino siendo mi mamá”.
En esa reunión, “confirmaron que estaban juntos de nuevo. Todos reaccionamos muy felices. Yo me quede un poco sin reacción más allá de que la noticia me puso feliz, sobre todo porque durante más de 20 años no se hablaron”, evocó Carolina.
Los “nuevos” novios le confesaron a sus hijos que habían hablado, se habían reconciliados, iban a volver a convivir, pero que se querían casar.
La noticia “nos sorprendió a todos porque jamás pensamos que iban a volver a estar juntos porque ella no quería saber nada” ya que “cada festejo debía ser por separado para no estar juntos”, remarcó una de las hijas.
Una vez tomada la decisión “hicimos todos los tramites para encontrar turnos en el Registro y finalmente se casaron”.
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