Poco después de la formación de la causa en la Justicia Federal por contaminación ambiental, la víctima y abogada querellante Sabrina Ortiz recibe amenazas y amedrentamientos de todo tipo hacia su persona y su familia. “Ya no son solo amenazas sino hechos concretos”, denunció a Pan &Circo de RADIO MÁS (FM 106.7).
La situación se agravó en el último tiempo y si bien se identificó a algunos autores, aún se desconoce la identidad de todos. “Tenemos muchos frentes; no nos olvidemos que estuvo involucrado el propio intendente (Javier Martínez), el agronegocio y los productores agropecuarios”, recordó.
Uno de los hechos de mayor gravedad ocurrió hace poco, cuando Ortiz retornaba a la ciudad en su automóvil, luego de un largo viaje. “El auto tuvo un desperfecto y, después de atar cabos me di cuenta que me podría haber matado, porque cuando lo revisaron, supuestamente alguien lo había manipulado con intenciones de que se rompiera en el camino”, dijo.
El vehículo había sido revisado y aprobado por la Verificación Técnica Vehicular (VTV), previo al viaje, por lo cual Ortiz aseguró que “todos los problemas que tenía el auto no los tenía antes. Fue algo que nos shockeó mucho”. Principalmente, porque en simultáneo, su hija encontró en la puerta de su casa “un montículo de tierra con flores, cenizas y señales que coincidían con el momento de mi viaje”.
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Tiempo atrás, los padres de la abogada también fueron objetivo de situaciones violentas e intimidatorias. Una camioneta con vidrios polarizados estuvo parada frente a al domicilio de Ortiz durante mucho tiempo y cuando su padre se fue, esa camioneta lo persiguió. “Cuando mi papá iba por la ruta, esta camioneta lo encerró. Casi vuelca y el otro vehículo huyó por una calle lateral en contramano”, recordó.
En este sentido, también narró que “mi mamá sufrió una entradera en su casa, con gente que le decía que la iban a matar.
“Son situaciones muy duras. Hemos recibido diferentes elementos intimidatorios en la puerta de mi casa; mensajes que son bastante fuertes. Realmente si quieren meter miedo, conmigo no está surtiendo efecto, pero si con mi familia, sobre todo con mi hija y mi mamá que no quieren salir a la calle ni hacer sus actividades cotidianas”, reveló.
El impacto de las reiteradas amenazas y la violencia explícita que recibió, “nos ha afectado muchísimo. Ahora no estoy viajando tanto por miedo a que me pase algo a mí y a dejarlos solos a mis hijos”, remarcó.
No obstante, resaltó que nunca dudo en continuar con su lucha porque “ya nos han quitado la salud, la posibilidad de tener una vida normal, así que creo que hay que seguir resistiendo porque, o nos entregamos y que sigan haciendo lo que quieran con nuestros cuerpos o seguimos haciendo algo para que por lo menos las futuras generaciones tengan otra posibilidad”.
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