A 2 kilómetros del centro de la comuna, un imponente cementerio sorprende al visitante. Una entrada arbolada provoca una sensación de paz antes de ingresar al lugar donde descansan los restos de las familias locales.
Al entrar, una gran variedad de bóvedas llaman la atención de quien nunca pisó este sitio. Mientras tanto, una torre de varios metros de altura destaca fácilmente y provoca que el visitante se dirija hacia allí.
La historia cuenta que la imponente torre fue construida en 1942 por Pascual Barbella. Allí descansan los restos de un matrimonio italiano, la familia Percivaldi que llegó a Carmen de Areco en la década del 30.
El mito llegó antes de su muerte ya que estando vivos compraron ataúdes y lo tenían en su casa.
La leyenda que se repite cuenta que la pareja europea pidió que cuando muriesen sus restos descansen allí dentro pero con una condición. La puerta debería ser cerrada con llave y la misma arrojada adentro, así nadie podría entrar. Para eso, firmaron un testamento cinco años antes de su muerte.
Por lo tanto, el mito cuenta que si alguien intenta ingresar una maldición caerá sobre su matrimonio o relación de pareja. A partir de allí, nadie se atreve a romper esa condición y otros hasta prefieren pasar lejos de la torre.
La “torre del silencio” está custodiada por dos balas de torpedo alemán que datan de la primera guerra mundial.
Además, hay un escudo heráldico que contiene dos serpientes-dragones, que devoran a un hombre.
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