Alumnos de Ituzaingó encabezaron un ejercicio en el que plantearon diferentes opciones para responder a las necesidades de los posibles consumidores.
Así, fue que seleccionaron la idea del juego de cartas al ser algo que utilizan frecuentemente. "Rediseñamos las cartas para las personas que no saben jugar al truco y además damos la posibilidad de jugar a las personas no videntes, a través del sistema braille”, cuenta Sofía Ferreyra, integrante del equipo creador de Re-Truco, Reinventando un clásico.
Para reunir el capital necesario y comenzar a producir, la comunidad educativa, padres y amigos compraron acciones y se convirtieron en inversores de Re-Truco.
La iniciativa se llevó adelante en el marco del programa "Aprender a Emprender", una propuesta de aprendizaje basado en proyectos que permite a estudiantes de 15 a 18 años crear, organizar y operar un emprendimiento real.
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