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    27 de Abril de 2024
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¿Cómo es el dispositivo preventivo para jugadores compulsivos?

Tiene como objetivo brindar respuestas orientadas a abordar la problemática del juego desde la Salud Pública, a partir de la creación de un programa de prevención y asistencia

Nuestra ciudad cuenta con un espacio de ayuda al juego compulsivo. Es un dispositivo de contención que forma parte del Programa de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo y surge a partir de un convenio de asistencia técnica entre el Instituto Provincial de Lotería y Casinos y el Ministerio de Salud bonaerense.

Comienza a partir de 2005, cuando el Gobierno de la Provincia busca brindar una respuesta orientada a abordar la problemática del juego desde la Salud Pública.

En ese contexto, en 2007, se inauguró en Pergamino el Centro de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo, que coordina la psicóloga María Belén Taborda -Matrícula Nº 15325-.

“Brindamos asistencia al jugador y su familia, a través de dispositivos terapéuticos individuales y grupales. Ofrecemos talleres y charlas en nuestro centro y a la comunidad”, explicó la profesional a PRIMERA PLANA.

También “puede firmarse aquí la Autoexclusión, trámite a través del cual el consultante puede solicitar de manera voluntaria que no se le permita la entrada a las salas de juego de la Provincia de Buenos Aires”.

 

“Una adicción sin sustancia

María Belén Taborda definió a la ludopatía o “juego patológico” como “una adicción sin sustancia, que genera una alteración progresiva en el comportamiento por la que el individuo siente una incontrolable necesidad de jugar y que genera una frecuente y creciente preocupación por el juego o por obtener dinero para jugar”. Y agregó que quienes padecen la patología “presentan pérdidas repetidas de dinero y reiteración de conductas de juego para recuperar lo perdido; afecta la vida personal, familiar, social y profesional”.

A su vez, para la profesional, es importante tener en cuenta que no todo juego es compulsivo y existen diferentes categorías a tener en cuenta como el llamado “juego social”, que tiene una duración limitada, con pérdidas aceptables que se determinaron previamente en el cual no existen riesgos y la persona no pierde el control de sus actos. Puede hacer un uso social y compartir con otros. Se divierte y disfruta de la actividad.

Por otra parte, existe el “juego problemático”, que es en el que se evidencia un aumento en la cuantía y en la frecuencia de las apuestas así como en el tiempo dedicado al juego.

La persona incrementa su implicación en el juego probablemente coincidiendo con un acontecimiento estresante.

El más preocupante es el “juego patológico”, en el que hay una progresión en la frecuencia del juego, la cantidad apostada, como también una obsesión por el juego y la obtención del dinero con el cual jugar. Este puede incluir tanto los juegos de azar presenciales con remuneración económica como los juegos virtuales con o sin apuestas online.

 

Señales

La psicóloga pergaminense describió algunas señales a las que hay que atender para detectar un posible caso de ludopatía.

 

 

Entre las pautas de alerta se encuentran ciertas conductas como la irritabilidad, el retraimiento, decaimiento anímico, desfases en tiempo y dinero, desaparición de objetos y dinero, aparición de deudas, bajo rendimiento laboral o escolar, abandono de ciertas actividades y mentiras.

Los factores motivacionales que pueden sustentar el juego compulsivo pueden ser la necesidad de afrontar el estrés, la búsqueda de emociones, la presión social, la necesidad económica, padecimientos subjetivos y conflictos familiares.

En la actualidad, se da la situación en jóvenes y adolescentes especialmente a partir de las apuestas deportivas virtuales que son un fenómeno en aumento.

“Vemos que en esta población aumentan los consumos como alcohol, drogas, pantallas, redes sociales y además bajan las edades en que se inicia”, indicó Taborda.

“Los juegos on line por dinero no tienen regulación en nuestro país, solo se necesita acreditar ser mayor de edad, Requisito fácil de cumplir si puedo obtener la tarjeta de un adulto”, añadió.

Además, “existen las billeteras virtuales y la posibilidad de pedirle a otro adulto que compre fichas por ellos. A esto se le suma el bombardeo mediático que insta a jugar para ganar dinero de manera fácil e inmediata”.

Por este motivo, “los adolescentes son más vulnerables a esta promesa de ganancia y a esto se le suma el atractivo de las pantallas y las cuestiones propias del jugador porque la apuesta esconde un problema mayor; tienden a suponer que pueden manejar los resultados del azar a través de sus habilidades o incluso a través de un pensamiento mágico” sostuvo.

En tanto, la profesional de salud mental enumeró una serie de factores que favorecen la ludopatía en la adolescencia y son “en primer término, la falta de comunicación con los referentes adultos, las carencias afectivas, el hecho de disponer de mucho tiempo libre, como también poseer gran cantidad de dinero o al contrario, carecer y ver en el juego una forma fácil de acceso; la facilidad de acceso a los juegos, la creencia en poder controlar la suerte como la necesidad de autoafirmación frente a sus compañeros y por último, los problemas psicológicos”.

Las consecuencias en la etapa adolescente que provoca la ludopatía son el aislamiento, alteraciones en el estado anímico, bajo rendimiento académico, perturbaciones en el cuerpo, relaciones inestables y deudas.

 

¿Cómo pedir ayuda?

La responsable del Centro de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo reconoció que “es importante no tener una actitud crítica, teniendo en claro que es una problemática de salud mental y por lo tanto puede necesitar un tratamiento.

“Los familiares también pueden solicitar asesoramiento aunque el paciente no quiera iniciar tratamiento”, señaló.

Lo fundamental es “acompañar desde el diálogo y la escucha para asumir la dificultad, sin desvalorizarlo. Tampoco la sobreprotección soluciona el problema”.

Respecto de los adolescentes, “apuntamos a la corresponsabilidad. Todos los actores implicados como las familias, escuela, club, pueden sumar a esta red necesaria para abordar el tema y deben hacerse cargo de la parte que les corresponde”, destacó María Belén Taborda.

El Centro de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo  funciona calle Estrada 1939, de lunes a viernes, de 9:00 a 17:00 hs. y su número de teléfono es 414554.

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