La inseguridad en Pergamino es una constante que no sorprende a nadie hace tiempo. Impotencia y resignación son los sentimientos predominantes entre las víctimas de robos y eso se vio reflejado en lo comunicado por la comisión directiva del Club Leandro N. Alem.
La institución, ubicada en el corazón del Barrio 12 de Octubre, sufrió múltiples robos, al punto tal que sus autoridades aseguran que ya perdieron la cuenta de tantos que fueron.
El último se registró durante la madrugada de ayer, según lo estimado. Y el anterior, el domingo a la noche. En ambas ocasiones robaron perfiles de las tribunas que, ahora, quedaron “peladas”.
En otras instancias, los ladrones robaron en el Salón de Usos Múltiples del club, se llevaron los alambrados de las canchas de fútbol y también, hace aproximadamente 20 días, sustrajeron los postes de iluminación y los reflectores.
“En estos tiempos de pandemia y, como ya es de público conocimiento, no hay ningún tipo de ingreso en el club y a esto se le suman todos los hechos delictivos que viene arrastrando. El club ya no tiene forma de seguir”, sentenció el presidente, Andrés Móises a PRIMERA PLANA.
Si se iniciara algún torneo, el Leandro N. Alem no podría disponer de su establecimiento ya que no cuenta con ninguno de los elementos básicos necesarios. Todos fueron robados.
Tampoco tiene respaldo financiero, debido a que todas las actividades están paralizadas por la pandemia y por lo tanto, no están cobrando ninguna cuota social.
“Lo poco que recaudamos lo usamos para pagar deudas que teníamos de ligas, de luz y de seguros. Están todas pagas gracias al esfuerzo enorme de todos los padres de cada chico”, aseguró el titular del club.
Dado que el predio permanece desolado y sin movimiento, está en la mira de los delincuentes que se llevaron hasta lo impensado.
Desde la comisión directiva afirmaron que ahora continuar es ir cuesta arriba y que lo único que motiva a la institución a seguir son los chicos. “Somos un club humilde, de barrio. Tenemos 400 chicos y seguimos por ellos, porque si dejamos todo como está, ¿A dónde van a parar ellos? A la calle, a una esquina y es lo que nosotros no queremos”, sostuvo Móises.
Los responsables aseguran que no tienen los recursos ni los medios para salvar al lugar y “es una lástima porque entramos como los cuatro mejores equipos de Pergamino, con jugadores que no cobran ni 5 centavos, que lo hacen por la camiseta, por amor al fútbol”.
Más allá de sus dirigentes, el Club Leandro N. Alem no cuenta con apoyo de nadie, según remarcó su presidente a PRIMERA PLANA: “Esto es tierra de nadie. Nadie ve nada, nadie escucha nada y mientras tanto el club está desapareciendo. Es desesperante”.
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