El martes brindaron testimonio de lo ocurrido en los calabozos de la Comisaría Primera sólo tres de los seis sobrevivientes convocados a comparecer en la quinta jornada de debate oral por la muerte de siete jóvenes en la celda 1 de la dependencia policial el 2 de marzo de 2017.
El juez Guillermo Burrone ordenó que a través de un acta se eleven los dichos de un testigo a la Fiscalía General para que se investiguen las amenazas sufridas por uno de los sobrevivientes del incendio de la Comisaría Primera que terminó con la vida de siete jóvenes.
El último en comparecer ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal y el tercero en manifestar que no declararía; pero el único en reconocer delante de toda la sala que había sido amenazado.
"¿Por qué no va a declarar? ¿Sufrió alguna intimidación o amenaza?", inquirió el presidente del Tribunal ante la mirada de la Fiscalía, los abogados de la querella y los defensores a sus costados y todo el público en los bancos de la sala integrado por familiares de las víctimas y allegados a los ex uniformados.
"Si", respondió y se encendió el murmullo en toda la sala que vino a confirmar lo que ya era un trascendido generalizado desde hace unas horas en los Tribunales de Pergamino.
El Tribunal Oral en lo Criminal había dispuesto que se utilice la habitual sala de audiencias -actualmente desocupada por que el juicio se desarrolla en la Cámara de Apelaciones- para que una psicóloga le brinde asistencia a cuatro de los sobrevivientes que fueron trasladados de la Unidad Penal de Junín porque habían dado cuenta de su temor a declarar.
Luego de un cuarto intermedio se demoró la reanudación del debate porque el tercer testigo de la jornada no se hacía presente y al arribar los jueces dieron a conocer lo que estaba ocurriendo.
Los jueces Burrone; Miguel Angel Gaspari y Danilo Cuestas dieron a conocer a las partes que había testigos que exigían ciertas prerrogativas para brindar su relato de los hechos y si no no declararían.
La secretaria del Tribunal Natalia Crescimbeni concurrió a hablar con los sobrevivientes y regresó con la respuesta que no comparecerían por distintas cuestiones que no trascendieron en ese momento.
El juez Burrone pidió que de todas maneras los trasladaran al estrado para que cada uno explicara cuales eran los motivos que le impedían declarar en el caso que tiene a seis ex integrantes de la fuerza policial en el banquillo de los acusados.
Así fue como se reanudó la comparencia de testigos y quien retomó con los testimonios fue un sujeto que ese fin de semana había sido detenido por un abuso sexual ocurrido días antes en Intendente Biscayart y Monteagudo.
Durante sus primeros días de detención estuvo alojado en la DDI y tras comparecer ante la fiscal Alejandra Ghiotti fue remitido a los calabozos de la Comisaría Primera.; según lo declaró.
Finalmente declaró haber estado con otro de los internos en la alcaidía del Ministerio Público Fiscal y en las primeras horas de la tarde lo derivaron a la Comisaría Primera.
Al llegar al espacio de confinamiento de la población carcelaria sólo conocía a uno de los internos y con él se fue a la celda 6 y minutos más tarde los encerraron a todos los internos.
Expresó que a él y a su compañero de celda no los habían encerrado con candados y que corrieron a pedir auxilio a las rejas que comunicaban con el área administrativa de la dependencia policial.
De su testimonio surge que el fuego dentro de la celda uno duró más de media hora o cuarenta minutos sin que intervinieran con elementos para extinguir las llamas que terminó con la vida de las siete víctimas de este episodio.
"Hemos pedido auxilio de todas maneras y no me voy a olvidar más los gritos desesperados de los chicos de la celda porque permanentemente lo tengo en mi cabeza"; expresó el testigo.
Luego llegó el turno de otro de los que vivieron esa pesadilla quien fue muy directo con los integrantes del Tribunal Criminal al advertirles: "no voy a declarar" y ante la pregunta del juez Burrone de "¿Por qué?", simplemente respondió: "no quiero".
El fiscal Nelson Mastorchio como representante de la voluntad de todo el bloque de la acusación refirió que "no voy a desistir del testigo porque confío que en los días que demande este debate puede sentirse más seguro y declarar".
Burrone desde la presidencia del Tribunal le advirtió que ser testigo es una carga pública y no prestarse a declarar puede generarle una consecuencia penal que le puede agravar el tiempo de prisión que cumple actualmente. Así todo el testigo expresó que no declararía. "Queda suspendido su testimonio", finalizó el presidente del Tribunal dando lugar a una nueva convocatoria para más adelante.
"Hay otros dos testigos tampoco quieren declarar" advirtieron desde el Tribunal y el juez Burrone encomendó al oficial de Justicia José Bruno que concurriera a buscarlo porque sino lo harían comparecer mediante el uso de la fuerza pública. "Que se presenten y manifiesten y lo digan en el estrado", ordenó el magistrado.
Así fue como se sentó ante los jueces otro de los sobrevivientes quien evidenció su mayor temor y respondió con evasivas al requerimiento del Tribunal Oral en lo Criminal 1.
"¿Usted no quiere declarar? ¿Por qué razón?" le preguntó Burrone. "Nos dejaron tirados", respondió sin dar demasiados detalles de quienes lo hicieron y a quienes se refería. "No voy a declarar", trató de ser tajante con esa expresión.
El juez indagó sobre los motivos de su negación a prestar testimonio: "¿A usted lo amenazaron?" No respondió y desde el Tribunal le dieron a conocer que labrarían un acta y elevarían las actuaciones a la Fiscalía General para que se investigue la probable comisión de un delito.
Al momento de comparecer el sobreviviente que confesó las amenazas fue más concreto sobre las intimidaciones sufridas y cómo le habían llegado mientras estaba alojado en la unidad penal de Junín.
El hombre le reconoció al juez Burrone que lo amenazaron previamente a la realización del juicio a través de mensajes o por intermedio de familiares a quienes habrían intimidado.
"Mis abogados tienen las pruebas", dijo el convicto que está preso por un femicidio del Departamento Judicial de Mercedes y se encontraba alojado en la Comisaría Primera el 2 de marzo de 2017 cuando murieron siete jóvenes en la celda 1.
El fiscal Mastorchio, al igual que en los dos casos anteriores pidió no desistir de ese testigo y esperar a que termine esta amenaza y volver a convocarlo al estrado a que preste testimonio.
Desde la acusación le sugirieron "que su abogado se contacte con la Fiscalía General de Pergamino para aportar las pruebas que permitan investigar el caso de amenazas", dijo Mastorchio.
Entre las 10:00 y las 12:00 declararon los primeros dos testigos y contaron ampliamente a los jueces lo vivido esa tarde en los calabozos de la dependencia policial.
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