Un perro fue víctima de un siniestro vial en el Barrio San Martín, en calle Mosconi, entre Martín Fierro y Goyita Salas, más precisamente. Pasadas las 19:00 hs. del lunes, el mismo día del incidente, su dueña, Vanesa Canavídez, llegó de su clase de zumba y como siempre, dejó salir a la calle a sus dos mascotas mientras.
“Sentía que me golpeaban la puerta y cuando abrí, me comentó lo que había pasado una de mis vecinas”, señaló Vanesa a PRIMERA PLANA.
“Ceniza”, una de sus mascotas, estaba en la planta baja del edificio, ensangrentado, con el cuello cortado casi hasta la garganta, luego de ser atropellado por un automóvil.
Nadie vio el suceso ni quién fue el responsable, pero constataron que había sido atropellado porque en la calle vieron restos de vidrio de la óptica de un vehículo, con los que imaginaron que se cortó el cuello el perro. Todos pensaron que el conductor se había dado a la fuga.
Mientras esperaban al veterinario, Vanesa vendó a “Ceniza”, que no paraba de perder sangre. El veterinario le dio puntos de sutura y le indicó medicamentos y analgésicos.
Luego la mujer hizo un descargo en su perfil de Facebook, dando a conocer lo ocurrido con su mascota y enojada con el culpable, creyendo que se trataba de alguien que lo chocó y lo dejó abandonado.
Sin embargo, gracias a la difusión de la cuestión, la publicación llegó hasta el responsable, quién se comunicó a través de la red social con la mujer.
“Eduardo, que es la persona que lo chocó, me dijo que ‘Ceniza’ salió de entre dos autos. Que él venía despacio y no lo vio. Frenó y’ Ceniza’ salió corriendo, por lo que pensó que estaba bien. Como tenía un compromiso, espero 10 minutos y se fue”, detalló Vanesa, luego de su conversación con quien atropelló a su mascota.
Eduardo no se hará cargo de los gastos del médico veterinario ni realizará ninguna enmienda económica o material porque Vanesa sostuvo que “no quiero que se haga cargo, fue un accidente y él no fue como tantos otros que se olvidan que es un ser vivo. Con la actitud que tuvo de dar la cara ante mí y decirme que esperó, es suficiente”.
“Ceniza”, es un can de 5 años de edad aproximadamente, que fue adoptado por su dueña hace un año, después que sufrió otro accidente en la calle y se quebrara una pata.
“Las chicas de Rincón Animal y la veterinaria que trabaja con ellas, lo curaron. Yo solo lo cuide desde ese día hasta que salió y se quedó en casa”, expresó a PRIMERA PLANA. Y confía que “‘Ceniza’ va salir de esta como salió antes”.
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