Cuando era chico, jugaba tan bien al vóley que llegó a integrar la Preselección Argentina. Al básquet lo miraba desde afuera. Hasta que una tarde en la escuela, dada su capacidad de salto y buena altura, sus compañeros del secundario empezaron a pedirle que integrara el básquet en los Intercolegiales. “Las instrucciones eran: -saltá, agarrala y dásela a los compañeros-. En un partido hice 4 puntos, en otro, 6; me empezó a gustar... Hice los dos deportes juntos y después me incliné por el básquet”, cuenta el protagonista.
Si todavía no recibís las noticias de PRIMERA PLANA en tu celular, hacé click en el siguiente enlace https://bit.ly/3ndYMzJ y pasarás a formar parte de nuestra base de datos para estar informado con todo lo que pasa en la ciudad y la región.