Agustina, que tiene 22 años, en la tarde del miércoles fue a caminar al Terraplén del Arroyo Pergamino, como muchos vecinos. Sin embargo nunca se imaginó lo que iba a sucederle minutos más tarde. En dialogo con PRIMERA PLANA, Agustina, contó que "iba caminando por el Terraplén, a eso de las 18:15, cuando a la altura de Intendente Biscayart e Italia veo que viene de frente un pibe de aproximadamente 20 años, en una bicicleta. Seguí como si nada, pero veo de reojo que el pibe estaba pedaleando despacio a la par mía. Me puse medio nerviosa así que empecé a caminar más rápido; intentaba mirar para otro lado y subí el volumen de la música de los auriculares para no prestarle atención".
"Cuando ya había pasado Rivadavia -siguió Agustina-, pensé en ponerme a correr para que deje de estar al lado mío; era súper incómodo, pero él se adelantó y ahí vi que movía fuerte el brazo derecho y no estaba segura de sí se estaba masturbando o no porque me parecía una locura algo así en pleno día y entre tanta gente. Ahí viene de frente un hombre que lo miró y se acercó a preguntarme si me había dado cuenta lo que estaba haciendo el pibe ese y confirmé mi teoría".
La joven dijo a PRIMERA PLANA que "asustada, empiezo a caminar para el otro lado y el pibe aparece de nuevo a la par mío. Bajo del Terraplén y seguía pedaleando a la par mío. Ahí me harté, me saque los auriculares y le grité que me deje de seguir; me miró como si nada, así que corrí de nuevo al Terraplén dónde había varias personas que estaban viendo todo. El pibe se fue y me quedé hablando con dos hombres que me recomendaron llamar al 147 y se ofrecieron a quedarse conmigo hasta que llegue la Policía. Mientras hablábamos, vimos que el pibe en realidad había dado la vuelta manzana y volvía por Monteagudo", afirmó.
Agustina, es una de las muchas mujeres que día tras día sufren casos de acoso callejero. Si bien aseguró que nunca había vivido una situación similar, a raíz del episodio del miércoles a la tarde, conoció un gran número de casos idénticos, en la misma zona y quizás por el mismo individuo. Respecto de la reacción de la gente que estaba a su alrededor, la joven señaló que "más que nada me da impotencia que ese pibe esté dando vueltas por la calle haciendo eso de manera impune; que todos se queden viendo cómo si nada y después vengan a decirme a mí: ‘ojo por dónde andas’, ‘trata de no andar sola’ y cosas así. No puedo salir en paz a dar una vuelta porque tengo que tomar mil precauciones porque esta gente anda por la calle haciendo obscenidades como si nada", se quejó.
Agustina confirmó a PRIMERA PLANA que "al principio no pensaba hacer la denuncia en la Policía; hice mi descargo en las redes sociales y me iba a quedar con eso, pero hablé con mi familia y me recomendaron hacerla, aunque sea para que quede como precedente para futuros casos".
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